MARCO CONCEPTUAL
La inclusión es una de las líneas de políticas
educativas del CEIP, como” proceso que
busca atender a las necesidades de los alumnos respondiendo a su diversidad y
eliminando cualquier práctica de exclusión”.
Su implementación, ha dado origen a programas y proyectos que se enmarcan, en el
reconocimiento de los derechos consagrados en la jurisprudencia nacional e
internacional, en el valor educativo, humano y social que la educación desde
esta perspectiva conlleva, así como en
el fuerte arraigo en la ciudadanía y el magisterio uruguayo del pensamiento
vareliano, para quien, aquellos que “se
han encontrado juntos en los bancos de una escuela , en la que eran iguales y a
la que concurrían usando un mismo derecho, se acostumbrarán fácilmente a
considerarse iguales…”
Incluir en educación
supone, partir del reconocimiento de la diversidad como característica inherente a lo humano así
como la necesidad de un trabajo con las diferencias; la eliminación de barreras
al aprendizaje y la participación y la facilitación de la accesibilidad
curricular, a través del desarrollo de
los apoyos necesarios. Implica un gesto inicial de igualdad para brindar
hospitalidad a todos y un gesto singular de atención , a cada uno. Estos
encuentros y prácticas en la labor cotidiana de las escuelas, constituyen la
más importante estrategia en la eliminación de cualquier forma de discriminación
y en la adquisición de formas de vida
democráticas.
En el año 2013, el mundo asistió a la desaparición
física de quien fuera uno de los más importantes constructores del camino
hacia la no discriminación y la
inclusión de las diferencias, Nelson
Mandela. Su legado de vida y pensamiento
constituye un ejemplo de lucha ante los más duros obstáculos y de convicción en
la conquista de ideales , pese a que los
procesos puedan ser largos y como
expresó: “ Después de escalar una gran
colina, uno se encuentra sólo con que hay muchas más colinas que escalar”.
Tomando el espíritu de esta frase, es necesario
reconocer que, pese a la acción de muchos
y a los avances existentes en torno a la inclusión educativa, es necesario reanudar el esfuerzo, para aquellos niños que presentan discapacidad lo que proponemos,
a través de la invitación a integrar de una red de escuelas “Mandela” .
ANTECEDENTES
En nuestro país, la Educación a los niños con
discapacidad se inició en el año 1910, época en la cual se creó la primera
escuela especial para niños sordos. Con posterioridad, comenzaron a funcionar otras Escuelas Especiales, respondiendo al derecho a la educación de quienes, de no
contar con una atención especial, se hubieran visto excluidos de las
aulas.
A mediados de la década del 80, se inició una
reestructura de la Educación Especial del país, a través de la cual, se elaboró
un Proyecto de integración que se propuso la asistencia de los niños con discapacidad a las Escuelas
comunes, con apoyos educativos de Educación Especial actuando coordinadamente
con Educación Común y las familias.
Posteriormente, el desarrollo de procesos históricos y
de conocimientos, así como avances en
políticas de derecho en torno a las personas más vulnerables y en
particular, de los niños con discapacidad , generó un movimiento de cambio de
paradigma que impulsó políticas de inclusión; fue entonces que ya no nos propusimos integrar a los niños a
escuelas que conservaban sus formas de educar, sino que, comenzamos a trabajar
para modificar los formatos, la organización y las estrategias educativas de
las escuelas comunes y , para acoger a la diversidad de niños que se presentaba
.
En relación a las personas con discapacidad, este
movimiento, tuvo su marco legal internacional con la primer Convención del siglo XXI, la
Convención de los derechos de las personas con discapacidad ratificada por
nuestro país en el año 2008, la cual consagra, para ellos, entre otros derechos, el de no
discriminación, el derecho a la
participación y a la inclusión
educativa y social.
El cumplimiento de estos derechos, viene siendo
impulsado por los estados y a nivel internacional y nacional, entre otras organizaciones por UNICEF , por asociaciones gubernamentales , miembros
de la sociedad civil , federaciones y asociaciones de padres .
Todos ellos se proponen apoyar a la educación del país
en un proceso que se inició hace de una década y que es necesario continuar desarrollando.
Con este marco, la educación inclusiva, concebida como educación para toda la
vida, debería ser accesible especialmente para los grupos más vulnerables;
los/as niños/as con discapacidad, forman parte de este grupo.
La educación inclusiva implica, que todos los niños y
niñas aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales,
sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad.
Es importante, para estos niños/as que este proceso
continuo y gradual se inicie tempranamente y se pueda articular a lo largo de
los diferentes niveles de enseñanza, para acceder a igualdad de oportunidades.
Para que las escuelas y jardines, puedan constituirse
en verdaderos espacios inclusivos, resulta fundamental -entre otros temas - el
rol de mediador social del docente en esta instancia de la escolaridad. Este
concepto de mediador alude a que son ellos quienes pueden potenciar en los
niños no sólo su desarrollo cognitivo sino también -y no menos importante-, el
reconocimiento del otro y el respeto por las diferencias, a través de la
intencionalidad de sus acciones y el significado que dan a sus prácticas cotidianas,
posibilitando de esta manera la trascendencia de esos valores hacia el contexto
extraescolar.
Las exigencias y competencias profesionales que
demandan estos nuevos enfoques educativos, ponen en evidencia la necesidad de
remirar las formas de enseñar y aprender desde y para la diversidad.
Esto implica que los docentes enriquezcan y
flexibilicen el currículum y sus prácticas pedagógicas de acuerdo a las
características y diferencias individuales de cada alumno y trabajen de manera
colaborativa con las familias y con otros profesionales.
En escuelas y
jardines de todo el país, se desarrollan
prácticas de inclusión educativa, muy valiosas que han dado como resultado
mejoras significativas en los procesos de aprendizaje de todos los alumnos. Las
mismas, se realizan con diversas
modalidades de apoyo y han generado una sinergia de aprendizajes y
profesionalización docente, de trabajo colaborativo, integrando a las familias y generando autonomías que es muy importante extender y
visibilizar, para continuar promoviendo su desarrollo. Pero también subsisten dificultades.
Existe la oportunidad
de plasmar y extender , en
iniciativas y programas, la visión de una sociedad inclusiva y con igualdad de
oportunidades para todos los niños, niñas y adolescentes en los años venideros,
atendiendo también orientaciones de políticas educativas para el
quinquenio, las cuales proponen
“Promover y asegurar aprendizajes relevantes y de calidad similar a
todos los niños”
Para ello, es necesario:
1) Reconocer
que quienes tienen una discapacidad , no son sujetos de tutela ni caridad, sino
de derechos humanos. Sensibilizar y fomentar actitudes receptivas hacia estos
derechos; fomentar percepciones positivas de los niños con discapacidad y
reconocer sus capacidades y méritos.
2) Trabajar
socialmente para derrotar las barreras culturales y combatir los prejuicios que
limitan las posibilidades de desarrollo y participación creando entornos
favorables a la diversidad humana.
3) Favorecer en todos los niveles del sistema educativo,
incluso entre los niños y niñas desde la temprana edad, el respeto a los niños
con discapacidad, en el marco de la valoración que las escuelas deben hacer de
la diversidad humana y de la promoción de los derechos humanos.
4) Continuar
y ampliar las propuestas actualmente en curso para fomentar la participación y
el empoderamiento de niños y adolescentes con discapacidad, difundiendo los
derechos consagrados en la CDPC en escuelas, liceos y espacios de educación
no-formal.
Finalmente, interesa concluir que, para lograr los
cambios deseados es necesario un movimiento de comunidad educativa que le otorgue sentidos y responsabilidades.
El presente proyecto constituye una invitación a
escuelas y jardines con proyectos de educación inclusiva a compartir sus
aprendizajes, profundizar y promover mejora en ellos. También propone a aquellas que deseen
iniciarlos, y requieren apoyos, que se
integren a la red.
PROPÓSITOS
ü
Favorecer el desarrollo de escuelas y jardines que
implementan proyectos de educación inclusiva en todo el país.
ü
Mejorar los apoyos disponibles
para que las escuelas puedan implementar, sostener y evaluar sus prácticas de
educación inclusiva.
ü
Favorecer procesos de
empoderamiento y colaboración entre los actores claves para la inclusión
educativa: docentes, alumnos, familias, personal escolar y comunidad
ü
Estimular procesos de intercambio,
aprendizaje compartido visibilización y diseminación de buenas prácticas de
inclusión entre las escuelas y jardines de infantes.
ü
Generar evidencia y sistematizar
modelos de implementación de la educación inclusiva en el Uruguay a través de
la documentación y evaluación de experiencias.
PLAN DE TRABAJO
Constará de 4 fases: Aprontamiento, Abriendo el Camino,
Profundizando los Cambios y Pasando en Limpio la Experiencia.
Las actividades del
proyecto se organizan en tres componentes básicos: Componente Pedagógico,
Componente Ambiental/Social y Componente Evaluación, los cuales serán
desarrollados en forma integrada y coherente entre sí.
Una comisión
técnica integrada por funcionarios de ANEP estará a cargo de la implementación de
forma conjunta y coordinada con Educación Común, inicial. El Instituto
Interamericano sobre Discapacidad y Desarrollo
Inclusivo (iiDi) apoyará técnicamente la iniciativa, priorizando la
facilitación de los componentes Ambiental/Social y de Evaluación.
La convocatoria
cuanta con el respaldo de UNICEF , a través de su apoyo a las actividades previstas
y en el marco de acuerdos con ANEP.
Fase 1- Aprontamiento: (febrero-marzo)
o
Aprontamiento Convocatoria a
Escuelas Comunes (Aprender, Tiempo
Completo, Práctica y de Tiempo Extendido), a Jardines de Infantes y a
Escuelas Especiales/Centros de Recursos para integrarse a la red . (CEIP)
Acciones en red con las escuelas y comunidades participantes.
·
Elaboración de documentos
técnicos
o
Orientaciones para las prácticas
docentes inclusivas (CEIP)
o
Orientaciones para promover
ambientes escolares inclusivos, participativos y basados en derechos (iiDi)
o
Lineamientos para monitoreo y
evaluación de proceso.
·
Selección de instituciones participantes
en la primer etapa de trabajo (CEIP)
o
10 a 15 escuelas y jardines
comunes .
o
5 a 8 centros de recursos (escuelas especiales).
·
Realización de un Taller de
lanzamiento
·
Diseño de herramienta de
colaboración y acompañamiento en línea (CEIP).
|
Fase 2: Abriendo camino (Marzo-Julio)
Componente Pedagógico (CEIP)
·
Realización de Salas Docentes
en todas las escuelas y jardines participantes.
·
Organización e implementación
de los apoyos y la asistencia técnica. Elaboración de cronogramas para la
ejecución de los proyectos.
·
Elaboración de diagnósticos
institucionales y plan de trabajo por escuela/jardín para fortalecer y
mejorar los procesos de educación inclusiva a través de los Maestros de Apoyo
y escuelas especiales/centros de recursos
·
Puesta en línea del Aula
Virtual Nelson Mandela
Componente Ambiental/Social (iiDi-CIEP)
·
Realización talleres “Se
trata de la capacidad”
·
Facilitación de acciones para
mejorar la accesibilidad y eliminar barreras actitudinales en la escuela y
comunidad
·
Realización de un blog de
intercambio con niños y familias participantes
Componente Evaluación (ANEP-IEE-iiDi)
·
Monitoreo y evaluación de
componentes pedagógico y Ambiental/Social
·
Taller de intercambio
“Abriendo Camino”
|
Fase 3: Profundizando los cambios (Julio-Noviembre)
Componente Pedagógico (CIEP)
·
Continúan las Salas docentes en
todas las escuelas y jardines participantes
·
Ajuste y seguimiento a los
planes de trabajo por escuela/jardín.
·
Continúan actividades de
formación y motivación a través del Aula Virtual Nelson Mandela
Componente Ambiental/Social (iiDi-CIEP)
·
Acompañamiento a la
implementación de acciones participativas para mejorar el ambiente escolar y
en favor del derecho a la inclusión educativa y social
·
Continúa el blog de intercambio
con niños y familias participantes
Componente Evaluación (ANEP-IEE-iiDi)
·
Monitoreo y evaluación de las
acciones pedagógicas y del componente Ambiental/Social
|
Fase 4: Pasando en limpio la experiencia (Noviembre - Diciembre)
·
Taller de intercambio “Abriendo
Camino”. Reconocimiento a escuelas
participantes
·
Selección de buenas prácticas
institucionales, pedagógicas y de participación social para documento de
sistematización
·
Evaluación final y
diseminación de resultados
|
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