lunes, 19 de mayo de 2014

PRESENTACIÓN DEL PROYECTO

RED  DE JARDINES  DE INFANTES Y ESCUELAS MANDELA

INCLUIR  ES POSIBLE
MARCO  CONCEPTUAL
La inclusión es una de las líneas de políticas educativas del CEIP,  como” proceso que busca atender a las necesidades de los alumnos respondiendo a su diversidad y eliminando cualquier práctica de exclusión”. 
Su implementación, ha dado origen a  programas y proyectos que se enmarcan, en el reconocimiento de los derechos consagrados en la jurisprudencia nacional e internacional, en el valor educativo, humano y social que la educación desde esta perspectiva conlleva,  así como en el fuerte arraigo en la ciudadanía y el magisterio uruguayo del pensamiento vareliano,  para quien, aquellos que “se han encontrado juntos en los bancos de una escuela , en la que eran iguales y a la que concurrían usando un mismo derecho, se acostumbrarán fácilmente a considerarse iguales…”
Incluir en educación  supone, partir del reconocimiento de la diversidad  como característica inherente a lo humano así como la necesidad de un trabajo con las diferencias; la eliminación de barreras al aprendizaje y la participación y la facilitación de la accesibilidad curricular,  a través del desarrollo de los apoyos necesarios. Implica un gesto inicial de igualdad para brindar hospitalidad a todos y un gesto singular de atención , a cada uno. Estos encuentros y prácticas en la labor cotidiana de las escuelas, constituyen la más importante estrategia en la eliminación de cualquier forma de discriminación y en la adquisición de formas de vida  democráticas.
En el año 2013, el mundo asistió a la desaparición física de quien fuera uno de los más importantes constructores del camino hacia  la no discriminación y la inclusión de las diferencias,  Nelson Mandela.  Su legado de vida y pensamiento constituye un ejemplo de lucha ante los más duros obstáculos y de convicción en la conquista de ideales  , pese a que los procesos puedan ser largos   y como expresó: “  Después de escalar una gran colina, uno se encuentra sólo con que hay muchas más colinas que escalar”.
Tomando el espíritu de esta frase, es necesario reconocer que, pese a la acción de muchos  y a los avances  existentes  en torno a la inclusión educativa, es  necesario reanudar el esfuerzo,  para aquellos niños  que presentan discapacidad lo que proponemos, a través de la invitación a integrar de una red de escuelas “Mandela” .
ANTECEDENTES
En nuestro país, la Educación a los niños con discapacidad se inició en el año 1910, época en la cual se creó la primera escuela especial para niños sordos. Con posterioridad,  comenzaron a funcionar otras  Escuelas Especiales, respondiendo  al derecho a la educación de quienes, de no contar con una atención especial, se hubieran visto excluidos de las aulas.  
A mediados de la década del 80, se inició una reestructura de la Educación Especial del país, a través de la cual, se elaboró un Proyecto de integración que se propuso la asistencia  de los niños con discapacidad a las Escuelas comunes, con apoyos educativos  de  Educación Especial actuando coordinadamente con Educación Común y las familias.
Posteriormente, el desarrollo de procesos históricos y de conocimientos, así como avances en  políticas de derecho en torno a las personas más vulnerables y en particular, de los niños con discapacidad , generó un movimiento de cambio de paradigma que impulsó políticas de inclusión; fue entonces que  ya no nos propusimos integrar a los niños a escuelas que conservaban sus formas de educar, sino que, comenzamos a trabajar para modificar los formatos, la organización y las estrategias educativas de las escuelas comunes y , para acoger a la diversidad de niños que se presentaba .
En relación a las personas con discapacidad, este movimiento, tuvo su marco legal internacional con  la primer Convención del siglo XXI, la Convención de los derechos de las personas con discapacidad ratificada por nuestro país en el año 2008, la cual consagra, para ellos,  entre otros derechos, el de no discriminación,    el derecho a la participación  y a la inclusión educativa  y social.
El cumplimiento de estos derechos, viene siendo impulsado por los estados y a nivel internacional y nacional,  entre otras organizaciones por UNICEF ,  por asociaciones gubernamentales , miembros de la sociedad civil , federaciones y asociaciones de padres .
Todos ellos se proponen apoyar a la educación del país en un  proceso  que se inició hace de una década  y que es necesario continuar desarrollando. Con este marco, la educación inclusiva, concebida como educación para toda la vida, debería ser accesible especialmente para los grupos más vulnerables; los/as niños/as con discapacidad, forman parte de este grupo.
La educación inclusiva implica, que todos los niños y niñas aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad.
Es importante, para estos niños/as que este proceso continuo y gradual se inicie tempranamente y se pueda articular a lo largo de los diferentes niveles de enseñanza, para acceder a igualdad de oportunidades.
Para que las escuelas y jardines, puedan constituirse en verdaderos espacios inclusivos, resulta fundamental -entre otros temas - el rol de mediador social del docente en esta instancia de la escolaridad. Este concepto de mediador alude a que son ellos quienes pueden potenciar en los niños no sólo su desarrollo cognitivo sino también -y no menos importante-, el reconocimiento del otro y el respeto por las diferencias, a través de la intencionalidad de sus acciones y el significado que dan a sus prácticas cotidianas, posibilitando de esta manera la trascendencia de esos valores hacia el contexto extraescolar.
Las exigencias y competencias profesionales que demandan estos nuevos enfoques educativos, ponen en evidencia la necesidad de remirar las formas de enseñar y aprender desde y para la diversidad.

Esto implica que los docentes enriquezcan y flexibilicen el currículum y sus prácticas pedagógicas de acuerdo a las características y diferencias individuales de cada alumno y trabajen de manera colaborativa con las familias y con otros profesionales.
 En escuelas y jardines  de todo el país, se desarrollan prácticas de inclusión educativa, muy valiosas que han dado como resultado mejoras significativas en los procesos de aprendizaje de todos los alumnos. Las mismas,  se realizan con diversas modalidades de apoyo  y  han generado una sinergia de aprendizajes y profesionalización docente, de trabajo colaborativo,  integrando a las familias y generando  autonomías que es muy importante extender y visibilizar, para continuar promoviendo su desarrollo.  Pero también subsisten dificultades.
Existe la oportunidad  de plasmar y extender ,  en iniciativas y programas, la visión de una sociedad inclusiva y con igualdad de oportunidades para todos los niños, niñas y adolescentes en los años venideros, atendiendo  también  orientaciones de políticas educativas para el quinquenio, las cuales proponen  “Promover y asegurar aprendizajes relevantes y de calidad similar a todos los niños”
Para ello, es necesario:
1)            Reconocer que quienes tienen una discapacidad , no son sujetos de tutela ni caridad, sino de derechos humanos. Sensibilizar y fomentar actitudes receptivas hacia estos derechos; fomentar percepciones positivas de los niños con discapacidad y reconocer sus capacidades y méritos.
2)            Trabajar socialmente para derrotar las barreras culturales y combatir los prejuicios que limitan las posibilidades de desarrollo y participación creando entornos favorables a la diversidad humana.
3)            Favorecer  en todos los niveles del sistema educativo, incluso entre los niños y niñas desde la temprana edad, el respeto a los niños con discapacidad, en el marco de la valoración que las escuelas deben hacer de la diversidad humana y de la promoción de los derechos humanos.
4)            Continuar y ampliar las propuestas actualmente en curso para fomentar la participación y el empoderamiento de niños y adolescentes con discapacidad, difundiendo los derechos consagrados en la CDPC en escuelas, liceos y espacios de educación no-formal.
Finalmente, interesa concluir que, para lograr los cambios deseados es necesario un movimiento de comunidad educativa  que le otorgue sentidos y responsabilidades.
El presente proyecto constituye una invitación a escuelas y jardines con proyectos de educación inclusiva a compartir sus aprendizajes, profundizar y promover mejora en ellos. También  propone a aquellas que deseen iniciarlos,  y requieren apoyos, que se integren a la red.   

PROPÓSITOS
ü  Favorecer  el desarrollo de escuelas y jardines que implementan proyectos de educación inclusiva en todo el país.
ü  Mejorar los apoyos disponibles para que las escuelas puedan implementar, sostener y evaluar sus prácticas de educación inclusiva.
ü  Favorecer procesos de empoderamiento y colaboración entre los actores claves para la inclusión educativa: docentes, alumnos, familias, personal escolar y comunidad
ü  Estimular procesos de intercambio, aprendizaje compartido visibilización y diseminación de buenas prácticas de inclusión entre las escuelas y jardines de infantes.
ü  Generar evidencia y sistematizar modelos de implementación de la educación inclusiva en el Uruguay a través de la documentación y evaluación de experiencias.
PLAN DE TRABAJO
Constará de  4 fases: Aprontamiento, Abriendo el Camino, Profundizando los Cambios y Pasando en Limpio la Experiencia.
Las actividades del proyecto se organizan en tres componentes básicos: Componente Pedagógico, Componente Ambiental/Social y Componente Evaluación, los cuales serán desarrollados en forma integrada y coherente entre sí.
Una comisión técnica integrada por funcionarios de ANEP estará a cargo de la implementación de forma conjunta y coordinada con Educación Común, inicial. El Instituto Interamericano sobre Discapacidad y  Desarrollo Inclusivo (iiDi) apoyará técnicamente la iniciativa, priorizando la facilitación de los componentes Ambiental/Social y de Evaluación.
La convocatoria cuanta con el respaldo de UNICEF , a través de su apoyo a las actividades previstas y en el marco de acuerdos con ANEP.



Fase 1- Aprontamiento: (febrero-marzo)
o   Aprontamiento Convocatoria a Escuelas Comunes (Aprender, Tiempo  Completo, Práctica y de Tiempo Extendido), a Jardines de Infantes y a Escuelas Especiales/Centros de Recursos para integrarse a la red . (CEIP)
Acciones en red con las escuelas y comunidades participantes.
·         Elaboración de documentos técnicos
o   Orientaciones para las prácticas docentes inclusivas (CEIP)
o   Orientaciones para promover ambientes escolares inclusivos, participativos y basados en derechos (iiDi)
o   Lineamientos para monitoreo y evaluación de proceso.
·         Selección de instituciones participantes en la primer etapa de trabajo (CEIP)
o   10 a 15 escuelas y jardines comunes .
o   5 a   8  centros de recursos (escuelas especiales).
·         Realización de un Taller de lanzamiento
·         Diseño de herramienta de colaboración y acompañamiento en línea (CEIP).

Fase 2: Abriendo camino (Marzo-Julio)

Componente Pedagógico (CEIP)
·         Realización de Salas Docentes en todas las escuelas y jardines participantes.
·         Organización e implementación de los apoyos y la asistencia técnica. Elaboración de cronogramas para la ejecución de los proyectos.
·         Elaboración de diagnósticos institucionales y plan de trabajo por escuela/jardín para fortalecer y mejorar los procesos de educación inclusiva a través de los Maestros de Apoyo y escuelas especiales/centros de recursos
·         Puesta en línea del Aula Virtual Nelson Mandela

Componente Ambiental/Social (iiDi-CIEP)
·         Realización talleres “Se trata de la capacidad”
·         Facilitación de acciones para mejorar la accesibilidad y eliminar barreras actitudinales en la escuela y comunidad
·         Realización de un blog de intercambio con niños y familias participantes

Componente Evaluación (ANEP-IEE-iiDi)
·         Monitoreo y evaluación de componentes pedagógico y Ambiental/Social
·         Taller de intercambio “Abriendo Camino”
Fase 3: Profundizando los cambios (Julio-Noviembre)

Componente Pedagógico (CIEP)
·         Continúan las Salas docentes en todas las escuelas y jardines participantes
·         Ajuste y seguimiento a los planes de trabajo por escuela/jardín.
·         Continúan actividades de formación y motivación a través del Aula Virtual Nelson Mandela

Componente Ambiental/Social (iiDi-CIEP)
·         Acompañamiento a la implementación de acciones participativas para mejorar el ambiente escolar y en favor del derecho a la inclusión educativa y social
·         Continúa el blog de intercambio con niños y familias participantes

Componente Evaluación (ANEP-IEE-iiDi)
·         Monitoreo y evaluación de las acciones pedagógicas y del componente Ambiental/Social

Fase 4: Pasando en limpio la experiencia (Noviembre - Diciembre)
·         Taller de intercambio “Abriendo Camino”.  Reconocimiento a escuelas participantes
·         Selección de buenas prácticas institucionales, pedagógicas y de participación social para documento de sistematización
·         Evaluación final y diseminación de resultados







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